La tuberculosis (TB), la principal causa de muerte en todo el mundo por un único agente infeccioso (1,5 millones de personas por año), como el COVID-19, se transmite principalmente por vía respiratoria y afecta a los pulmones. Los factores de riesgo como la edad avanzada y algunas comorbilidades, como la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas, se asocian con malos resultados tanto en la tuberculosis como en el COVID-19. Sin embargo, hasta el momento se ha brindado información limitada sobre COVID-19 y la coinfección por TB activa. Sigue existiendo la preocupación de que COVID-19 podría tener un impacto negativo en el curso clínico de la TB y su resultado final (3). En el Hospital Emergencia Ate Vitarte (HEAV) se reportaron pocos casos confirmados con prueba de laboratorio / cultivo.

Es importante conocer el papel y las limitaciones de las pruebas de laboratorio, junto con las imágenes como radiografía y en el mejor de los casos tomografías, así como la evaluación clínica, para establecer un diagnóstico.

Los hallazgos Tomografía (TC) demuestran diferentes manifestaciones en las distintas fases evolutivas de la enfermedad, destacando un importante papel en la detección de complicaciones como sobreinfección por otros gérmenes, derrame pleural, colecciones aéreas, o trombosis pulmonar.